“El viejo y el mar” fue una de las últimas obras de Ernest Hemingway publicadas en vida, después de dar a luz sus novelas más conocidas, como “Tener o no tener”, “Adiós a las armas” o “Por quién doblan las campanas”. Esta madurez con la que fue escrita se nota en la prosa y, por encima de todo, en la trama misma.
Un viejo pescador cubano, Santiago, sale a la mar todos los días, aunque la mala suerte le persigue y no consigue regresar con una buena captura. Una mañana sale a navegar en su pequeña barca y, mientras espera con el cebo en el agua, un pez, aparentemente enorme, pica el anzuelo.
A partir de ahí se entabla una durísima lucha entre el viejo pescador, que apenas puede contener al animal en su minúscula embarcación, y el pez. Tras un enorme esfuerzo, Santiago consigue capturarlo, pero en el regreso a casa los tiburones devoran a la presa del pescador.
La novela es un homenaje a la perseverancia. Aunque la novela ha sido objeto de diferentes críticas es considerada como uno de los trabajos de ficción más destacados del siglo XX reafirmando el valor literario de la obra de Hemingway.
"El viejo y el mar", publicada en 1952, es un homenaje a los pescadores de Cojimar, un pueblo costero cercano a La Habana, y fue un elemento clave para que en 1954 le fuese concedido el Premio Nobel de Literatura al novelista norteamericano.
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