JAWS, THE FILM

JAWS. 1975

Director:
Steven Spielberg
Guión: Peter Benchley & Carl Gottlieb (Novela: Peter Bentchley
Música: John Williams
Fotografía : Bill Butler
Reparto:
Roy Scheider, Robert Shaw, Richard Dreyfuss, Lorraine Gary, Murray Hamilton, Carl Gottlieb, Jeffrey C. Kramer

En la costa de un pequeño pueblo del Este de Estados Unidos, un enorme tiburón ataca a varias personas. Temiendo las fatales consecuencias que esto puede provocar en el negocio turístico, el alcalde se niega a cerrar las playas y a difundir la noticia. Pero un nuevo ataque del tiburón, en la propia playa, termina con la vida de otro bañista.

El terror se ha hecho público, así que un veterano cazador de tiburones, un científico y el jefe de la policía local se unen para dar caza al temible escualo...
Un pequeño pueblo turístico de la costa de Nueva Inglaterra ve alterada su tranquila vida por la presencia de un gran tiburón blanco.

Al igual que el temible escualo con sus indefensos nadadores, el joven Steven Spielberg, con un talento y una osadía insultantes, demostró que sabía manejar a su antojo las emociones de un público aterrorizado, que flotaba en la butaca, sin siquiera presentir qué sucedería en la siguiente escena.


"Tiburón" es un film comercial casi perfecto, una historia creíble y astutamente dosificada que barrió en las taquillas de todo el mundo, convirtiéndose de inmediato en un clásico del cine de terror .

Y nos impidió a muchos volver a nadar tranquilos mar adentro el restro de nuestros días. Por lo demás, nunca unos simples compases de música provocaron tanta angustia.

TIBURON, LA OTRA PELICULA

EL HUNDIMIENTO DEL TITANIC- 3D

LA ISLA DEL RELOJ DE ARENA

Nunca antes habíamos estado en dicha isla, pero cualquiera tiene reservado un lugar en su costa con la condición de renunciar a la vida en tierra firme.
Se dice que permanecer en ella, aunque solo sea el breve instante en que se tarda en recoger un puñado de arena, hace envejecer al visitante, de tal manera que un solo día de estancia equivale a una permanencia de veinte años.

Las olas iban borrando nuestras huellas a cada paso por la orilla. Mi Okapi caminaba cabizbajo y pensativo; yo iba escudriñando el horizonte, al encuentro del embarcadero. Seguimos la línea de costa hasta que surgió el acantilado, recortándose sobre un cielo arañado por el vuelo de las gaviotas.
Erguido sobre una roca y aferrado a su caña de pescar, reconocimos la inconfundible figura de Cide Baba, el Viejo, distinguido con este epíteto entre sus vecinos por su convivencia en la aldea con otros paisanos que también llevan este ilustre nombre, siendo desde siempre Cide Baba, el Viejo, el más viejo de todos.
Incluso hay quien afirma que tiene más de cien años como signo indiscutible de su inmortalidad.

A lo largo de su larga vida había ejercido diversos y variopintos oficios: había sido armador de barcos en botellas de cristal, funambulista y domador de focas, el mejor constructor de relojes de arena (contaba los granos para una mayor precisión del tiempo), sabio y vagabundo (ambas ocupaciones desempeñadas a la vez), inventor, buzo y pirata.

Pero sobre todo, Cide Baba, el Viejo, era pescador.
Cuaderno del Okapi. © Fernando Rosado

CARCHARODON CARCHARIAS

Es el más grande depredador de los mares y es una conocida amenaza para el ser humano.

La responsabilidad a dicho acontecimiento puede ser en parte porque pese a ser una de las especies que menos ha evolucionado desde la prehistoria -de hecho las diferencias entre el Carcharias y el Carcharodon Megalodon prehistórico son mínimas- nunca exceptuando los últimos veinticinco años, los científicos han procurado establecer patrones de comportamiento del animal con lo cual aún en la actualidad es poca y confusa la información que se tiene del mismo, y en la otra parte la responsabilidad se podría achacar a la conocida película de Spielberg "Jaws" (1975)..-

Sin embargo sería prudente intentar vencer un poco el mito de comehombres y mencionar algunos patrones de ataque comprobados estadísticamente: el tiburón blanco consume una enorme cantidad de calorías durante los ataques por tanto su presa debe reportarle una cantidad mayor de componente energético a la utilizada.

Es por tanto que en la dieta del gran blanco aparecen como principales presas los lobos, elefantes y leones marinos, las focas y otros mamíferos que se caracterizan por su abundante capa adiposa.
Esto no implica que el tiburón blanco no ataque a otras especies -como el ser humano- pero en la mayor parte de los casos bastará una mordida para darse cuenta que la víctima del ataque no pertenece a su dieta habitual y ya no reincidirá en el mismo.

Hay dos excepciones a esta regla: un tiburón blanco con hambre comerá cualquier cosa y en particular las hembras, luego de parir, suelen presentar el síntoma de frenesí alimenticio.
Consecuentemente también atacarán y devorarán cualquier especie que redunde en una ingesta calórica por mínima que esta sea.

Por el contrario existen otras especies menores en tamaño que sí presentan un comportamiento mucho más agresivo para el género humano. Entre estas las que más se destacan son: tiburón tigre (galeocerdo cuvieri), mako de aleta corta (isurus oxyrynchus) y tiburón limón (negaprion brevirostris).-
Más de la mitad de los ataques registrados recientemente (datos ISAF) por tiburones blancos, ocurre en la Costa del Pacífico de los EE.UU.
Tan solo el estado de California reporta el cuarenta por ciento de los ataques anuales seguido por Australia con el treinta y dos por cien, Sudáfrica con el diez y Nueva Zelanda con el cinco. Estados Unidos en su conjunto se lleva el cincuenta por cien de la totalidad de ataques de tiburón blanco.
El primer ataque registrado fecha del año 1876 en Victoria, Australia.


El número de ataques ha ido creciendo notablemente a lo largo del tiempo y en forma alarmante a partir de la década del 60 pero los especialistas culpan del hecho a que históricamente nunca se llevó un registro mundial de ataques hasta la década del sesenta.
Mi teoría personal es que además del último punto, ha existido un notable incremento en las actividades acuáticas humanas y por tanto el consiguiente aumento del riesgo.

Correspondiendo la teoría de los científicos, y a pesar que las heridas generadas por ataques de tiburón blanco suelen ser siempre severas, con anterioridad a 1950 el noventa por cien de ataques registrados tuvo consecuencias fatales (síntoma claro que sólo se registraban debidamente las muertes o los ataques que resultaban en grandes heridas).

Desde 1950 hasta hoy en día ese número ha variado y tan sólo el 26 por cien de los ataques resultan mortales.
Entiendo que este "tan solo" pueda resultar de alguna manera traumático pero ruego a los lectores que piensen cual es la probabilidad de pararse frente a una locomotora que marcha a toda velocidad y sobrevivir y me digan si alguien estima que es probable.
Y eso es lo que es un Carcharadon Carcharias adulto, una locomotora en el mar.

En cuanto al horario promedio en que se efectúan los ataques, se puede afirmar que estos se dan casi con exclusividad durante el período diurno, en particular en el rango horario existente entre las catorce y las dieciséis horas. De hecho, dos tercios de los ataques en una población de ciento veinticuatro ataques alrededor del mundo se han registrado de 10,00 AM a 16,00 PM.

La relación entre los ataques de tiburón blanco y la temperatura del agua es subjetiva. Se han registrado ataques (uno en Nueva Zelanda) con una temperatura del agua de ocho grados centígrados hasta temperaturas del orden de los veinticinco grados centígrados.


Sí se puede afirmar que dos tercios de los ataques son en aguas de temperatura inferior a los veinte grados, desmitificando el hecho de que el tiburón blanco solamente ataca en aguas cálidas. En cuanto a la profundidad en que es realizado el ataque se puede afirmar que el 90 por ciento de ellos se realizan en la superficie, entre los cero y tres metros de profundidad.

El record de ataque en profundidad registrada se dio en Japón en 1992 a veinticinco metros. En cuanto a la profundidad del agua en el lugar en donde se realizó el ataque, también se puede afirmar que el ochenta y cinco por ciento de los ataques en una población de los mismos de ciento seis casos se realizó en aguas con una profundidad mayor a los doce metros.

No obstante no son raros los ataques en aguas cuyos fondos están a no más de tres metros de la superficie del mar, sin embargo no es el blanco el que se caracteriza por este tipo de agresión.

MEDUSA

Medusa era una de las tres gorgonas, la única mortal. Las 3 Gorgonas (Esteno, Euríale y Medusa) eran hijas de dos divinidades marinas, Forcis y Ceto.

Su aspecto era terrible: de la cabeza le crecían serpientes en vez de pelo, el cuerpo recubierto de escamas de dragón,; Medusa y las gorgonas, en su sonrisa lucían un par de afilados colmillos de jabalí; sus manos eran de bronce y sus dos alas de oro, lo que no les impedía utilizarlas para volar; y, si miraban directamente a alguien a los ojos, al momento le dejaban petrificado.De las tres gorgonas, la más famosa era Medusa, aunque era la única mortal.

Medusa y sus hermanas vivían el extremo de Occidente, cerca del reino de los muertos, y no había mortal ni divinidad que no las tuviera temor.Medusa y el castigo divinoEn la versión más conocida del mito, Medusa era originalmente una hermosa mujer humana. Poseidón se enamoró de Medusa, y la violó en un templo dedicado a Atenea.

Ambos dioses eran rivales desde que compitieran por el patronazgo de Atenas y los habitantes de la ciudad prefiriesen el olivo de Atenea a la fuente o los caballos de Poseidón.Se dice que de la sangre de medusa, de su cuello, nació Pegaso, el caballo alado y el gigante Crisaor, quien sería padre de Gerión, el gigante de tres cuernos que Hércules mataría.

Tras descubrir la profanación de su templo, Atenea transformó a Medusa hasta tener la forma de sus dos hermanas. Algunas versiones dicen que fue Afrodita quien, celosa de la cabellera de Medusa, la cambió por serpientes.La muerte de MedusaMientras Medusa estaba embarazada de Poseidón, fue decapitada por el héroe Perseo con la ayuda de Atenea y Hermes.

De la sangre que cayó al suelo o, según las versiones, de su cuello brotó su descendencia: el caballo alado Pegaso y el gigante Crisaor ( el padre de Gerión, un gigante que poseía tres cuerpos hasta la cintura y al que Hércules mataría en La Coruña y enterraría debajo de la Torre de Hércules) . Perseo usó la cabeza de Medusa para rescatar a Andrómeda, matar a Polidectes y, en algunas versiones, petrificar al titán Atlas.

Entonces se la ofreció a Atenea, quien colocó la cabeza de medusa en su escudo, la égida. Se dice que la sangre de la Medusa resucitaba a los muertos y con ella Asclepio resucitó a algunos héroes.Según cuenta Pausanias en el libro II de su Descripción de Grecia, dedicado a Corinto, el mito de Medusa es una versión novelada de la historia de una reina quien, después de la muerte de su padre, habría recogido ella misma el cetro, gobernando a sus súbditos cerca del lago Tritonide, en Libia.
Medusa habría muerto de noche durante una campaña contra Perseo, un príncipe del Peloponeso.

LEVIATAN

La palabra "Leviatán" aparece seis veces en la Biblia; también se menciona en el Génesis 1:21: "Dios creó un gran monstruo del mar llamado Taninim".

Este nombre puede ser traducido como un monstruo del mar, un cocodrilo o una serpiente gigante. Interpretaciones del Génesis aducen que Dios creó un Leviatán masculino y otro femenino, luego mató a la hembra, la saló y se la ofreció en alimento a los justos, porque si el Leviatán se procreara el mundo no podría más que someterse ante él.

El Leviatán era un pez monstruoso creado durante el quinto día de la Génesis divina. Su historia se relaciona bastante con el “Bathra 74b” del Talmud, donde se dice que el Leviatán será muerto y su carne será servida como banquete a los justos en los tiempos que vendrán, y que su piel se utilizará para cubrir la tienda donde ocurrirá el banquete.
Leviatán se puede interpretar también como el mar mismo. Algunos eruditos lo han entendido como una referencia bíblica metafórica de los temibles animales marinos que aterrorizaron el reino de Israel. Otros comparan la mención a Tiamat y a otros monstruos similares que representaron al mar como enemigo a los Dioses, en mitos de culturas cercanas.
La interpretación cristiana del Leviatán lo considera a menudo como un demonio o un monstruo natural asociado a Satán o al diablo.

Como algunos han sostenido, es el mismo monstruo que “Rahab”, término empleado varias veces en el Antiguo Testamento para designar un poder malvado del Caos (Isaías 51:9).
Por eso, se ha creído que el Leviatán bíblico representa las fuerzas pre-existentes al caos. El Salmo 74:13-14 dice: "eras Tú quien movió el mar con su fuerza, y rompió las cabezas de los monstruos en las aguas; eras Tú quién mató al Leviatán, y lo sirvió como alimento para las criaturas de la Tierra". Y en Génesis 1:2 leemos que “la tierra era vacía y no tenía forma, la oscuridad cubría toda la superficie y entonces el espíritu de Dios emergió desde la profundidades del mar”.

Las serpientes marinas de proporciones gigantescas han preocupado a los marineros desde tiempos inmemoriales. Antes de que se difundieran los avistamientos de la serpiente en casi todo el mundo, parecía ser propia de los países escandinavos. Así, Olaus Magnus, arzobispo del siglo XVI de Uppsala, Suecia, describe a la serpiente marina como un ser de 60 metros de largo y 6 de grueso, de color negro, escamas filosas, pelo en el cuello, sumamente peligrosa y augurio de desastres.

Según las escrituras del Padre Sebastián Michaelis, Balberith –demonio que, se dice, poseyó a la Hermana Madeleine– le dijo al sacerdote no sólo quiénes eran los otros demonios que poseían a la monja, sino también cuáles eran los santos especiales que servirían para oponerse a ellos. Leviatán fue uno de los demonios nombrados por Balberith. Dijo, además, que su adversario era San Pedro.

EL DELFIN




ALFONSINA Y EL MAR

Por la blanda arena que lame el mar
su pequeña huella no vuelve más
Un sendero sólo de pena y silencio
llegó hasta el agua profunda
Un sendero sólo de penas mudas
llegó hasta la espuma

Sabe Dios qué angustia te acompañó
qué dolores viejos calló tu voz
Para recostarte arrullada
en el canto de las caracolas marinas
La canción que canta en el fondo
oscuro del mar la caracola.

Te vas Alfonsina con tu soledad
¿qué poemas nuevos fuiste a buscar?
Una voz antigua de viento y de sal
te requiebra el alma y la está llevando
Y te vas hacia allá como en sueños
dormida, Alfonsina, vestida de mar
Cinco sirenitas te llevarán
por caminos de algas y de coral
Y fosforescentes caballos marinos
harán una ronda a tu lado
Y los habitantes del agua van a jugar
pronto a tu lado.

Bájame la lámpara un poco más
déjame que duerma, nodriza, en paz
Y si llama él, no le digas que estoy
dile que Alfonsina no vuelve
y si llama él, no le digas nunca que estoy
Di que me he ido.

Te vas Alfonsina con tu soledad
¿qué poemas nuevos fuiste a buscar?
Una voz antigua de viento y de sal
te requiebra el alma y la está llevando
Y te vas hacia allá como en sueños
dormida, Alfonsina, vestida de mar.
(Ramírez -Luna)
Alfonsina Storni fue una de las poetas más importantes del siglo y un mito poético y espiritual que se internó lentamente en el mar.
Cinco días antes de su muerte, Storni había enviado un último poema “Voy a dormir”, escrito en aquel hospedaje de Mar de Plata, al periódico La Nación, un poema a forma de nota de suicidio:
Dientes de flores, cofia de rocío,manos de hierbas, tú, nodriza fina,tenme prestas las sábanas terrosasy el edredón de musgos encardados.
Voy a dormir, nodriza mía, acuéstame.
Ponme una lámpara a la cabecera,una constelación, la que te guste:todas son buenas; bájala un poquito.
Déjame sola: oyes romper los brotes...te acuna un pie celeste desde arribay un pájaro te traza unos compasespara que olvides... Gracias.
Ah, un encargo:si él llama nuevamente por teléfonole dices que no insista, que he salido...
Sus biógrafos aseguran que saltó al agua desde una escollera.

MIRANDO AL MAR ( Haro- Marino)

Bajo el palio de la luz crepuscular
,cuando el cielo va perdiendo su color,
quedo a solas con las olas espumosas
que me mandan su rumor.
Ni un lejano barquichuelo que mirar,
ni una blanca gaviota sobre el mar...
Yo tan sólo recordando la aventura que se fue,
la aventura que en tus brazos amorosos disfruté,
bajo el palio sonrosadode la luz crepuscular.
Mirando al mar soñéque estabas junto a mí.
Mirando al mar yo no sé qué sentí,
que, acordándome de tí, lloré.
La dicha que perdí yo sé que ha de tornar,
y sé que ha de volver a mí
cuando yo esté mirando al mar...

EL TITANIC

e
10 de Abril de 1912.
A las 12:00pm el Titanic comienza a ser separado del muelle por remolcadores de los cuales uno de ellos era el Vulcan quien lo salvara de una colisión cuando el movimiento del Titanic causara que las cuerdas del barco New York se soltaran causando que esta nave se fuera sobre el Titanic.
Después de un pequeño retraso El Titanic continúa su viaje de 24 millas por el Canal inglés con ruta a Cherbourg, Francia, donde llegaría a las 5:30pm. Finalmente los pasajeros abordan pequeñas embarcaciones que los transportan hasta el Titanic. El ancla es elevada a las 8:30pm y el Titanic se dirige hacia Queenstown, Irlanda, navegando por el Canal y alrededor de la costa sur de Inglaterra.
Domingo 14 de Abril de 1912.

A las 11:30 pm los vigías Fleet y Lee observaron una pequeña cosa enfrente de ellos, a las 11:40 pm con el Titanic navegando a gran velocidad, Fleet observa un gran iceberg justo frente del al Titanic y notifica al puente.
Moddy, el sexto oficial, recibe la noticia de Fleet, sobre un gran iceberg justo enfrente del Titanic, y avisa inmediatamente a Murdoch, que por instinto ordena todo a estribor y ordena parar las máquinas seguida por la orden de todo en reversa, también ordena que se cierren las puertas de contención de agua, el Titanic comienza a virar pero una parte submarina del Iceberg, rasga y golpea a lo largo del flanco de estribor por una distancia de 300 pies, abriendo totalmente 5 compartimentos delanteros así como uno de carbón (numero 9).


Para las 11:55 pm, 15 minutos después de la colisión, la oficina de correos en la cubierta “G” esta ya inundándose, después de una rápida inspección del daño por Wilde, Boxhall y Andrews, Smith conoce la verdad... El Titanic se hunde y las mas de 2,200 personas abordo están en gran peligro. Con corazón duro, Smith personalmente lleva la posición del Titanic hacia el cuarto de radio, dando el papel a Phillips; poco después de la media noche ordena el llamado de auxilio, Phillips marca la señal de ayuda... CQD... MGY... CQD... MGY...

Lunes 15 de abril de 1912, poco después de la media noche la cancha de squash, 32 pies sobre la marca de nivel del mar, esta inundada; la mayoría de las calderas han sido apagadas y enormes nubes de vapor, rugen por las tuberías de escape aseguradas a los lados de las chimeneas, Smith ordena que los botes salvavidas sean descubiertos y cargados con pasajeros y tripulación. Sólo hay espacio suficiente para 1,178 personas de un estimado de 2,227 abordo.
Entre las 12:10 am y la 1:50 am, miembros de la tripulación en el Californian observan lo que piensan son luces de un buque de vapor vagabundo, también son observados cohetes pero no se toma gran importancia, numerosos navíos han escuchado las señales de auxilio del Titanic y acuden en su ayuda, incluyendo el navío de la compañía Cunard Carpathia bajo el comando del capitán Arthur Rostron a unas 58 millas al Sudeste de la posición del Titanic, a las 12:15 am, Wallace Hartley y su banda comienzan a tocar tonadas alegres en el salón de primera clase en la cubierta “A”, ellos continuarían tocando casi hasta el final del hundimiento y todos los miembros de la banda pierden la vida.

A las 12:25 am Smith da la orden de llenar los botes salvavidas con mujeres y niños la cual fue seguida al pie de la letra por el oficial Lightoller, para las 12:45 am, el barco salvavidas de estribor numero 7 es puesto a salvo en el mar con tan sólo 28 personas (en cada bote salvavidas había espacio para 65), cerca de esta misma hora el primer cohete es lanzado por el intendente George Rowe, bajo la dirección de Boxhall, alcanzando una altura de 800 pies en el aire y explotando en 12 estrellas blancas brillantes, junto a un gran estruendo.
Boxhall observa un navío acercarse y después desaparecer, a pesar de los intentos de contactarlo a través de la lampara Morse. A la 1:15 am, el agua alcanza el nombre del Titanic en Proa, para esta hora han bajado 7 salvavidas, pero con menos pasajeros de los que pueden contener.
La inclinación de la cubierta comienza a ser más pronunciada y las lanchas comienzan a ser cargadas con más pasajeros, el bote numero 9 es bajado con 56 personas a bordo, para la 1:30 signos de pánico comienzan a brotar mientras el barco numero 14 es bajado con 60 personas, incluyendo al quinto oficial Lowe el cual es forzado a disparar tres tiros de advertencia para mantener a un grupo de pasajeros nerviosos queriendo saltar a un barco ya sin capacidad para más personas.
Mensajes de ayuda son enviadios por Phillips entrando a una etapa de desesperación con transmisiones como “Nos estamos hundiendo rápido” y “No podemos durar mas”.

El acaudalado pasajero Benjamin Guggenheim, acompañado de su sirviente Victor Giglio, regresan a sus camarotes y se ponen trajes de etiqueta, explicando “Nos hemos arreglando con lo mejor y estamos preparados para morir como caballeros”.
Con el reloj marcando la 1:40 am, muchos de los botes de proa han sido bajados y los pasajeros comienzan a moverse hacia el área de popa, J. Bruce Ismay abandona el barco en el barco “C” con 39 personas a bordo, él ultimo barco de estribor en ser bajado.

La cubierta delantera es totalmente invadida por el mar.

A las 2:00 am el agua esta a sólo 10 pies de la cubierta de paseo, y es cuando Wallace Hartley escoge la pieza final de la banda “Nearer, my God, to thee”. La cual siempre había dicho sería el himno que seleccionaría para su funeral, con más de 1,500 personas aún a bordo, y sólo 47 lugares disponibles en el barco “D”, Lightoller da instrucciones a la tripulación de tomarse de las manos y formar un circulo alrededor del bote, permitiendo sólo a mujeres y niños pasar a través del circulo, a las 2:05 am el bote “D” comienza su descenso con 44 personas.
El mar comienza a inundar la cubierta “A”, y la inclinación del Titanic es mayor, en estos momentos es cuando Smith entra al cuarto de radio y ordena a Phillips y Bride dejar sus puestos, en su camino al puente Smith dice a los miembros de su tripulación “Sálvese cada hombre por sí mismo”, sus últimos pensamientos han de haber sido para su esposa Eleanor y su pequeña hija Helen, como Walter Lord describe la escena en “A Night to Remember”, con todos los botes soltados, una curiosa calma llego al Titanic.
La excitación y la confusión reinaban en los cientos de personas que quedaron en el Titanic, la popa comenzó a levantarse claramente del agua, y los pasajeros continuaban moviéndose hacia popa; alrededor de las 2:17 am la proa se hundía mientras cientos de pasajeros de segunda y tercera clase escuchaban oraciones del padre Thomas Byles reunidos en lo último de la cubierta posterior.
Un rugido enorme es escuchado a las 2:18 am ya que todos los objetos movibles dentro del Titanic chocan hacia la parte sumergida de la proa, las luces parpadean una vez y después se apagan, dejando al Titanic como una silueta negra contra un cielo estrellado, muchos están convencidos de que el casco se rompió entre la tercer y cuarta chimenea.
El barco adopta una posición completamente perpendicular y se mantiene así por algunos minutos, a las 2:20 am los restos comienzan a deslizarse hacia el fondo del Atlántico a unos 13,000 pies de profundidad. Al mismo tiempo los gritos y llantos de los sobrevivientes crecían en numero y angustia, el ruido espantoso continuó por algún tiempo, piadosamente muchos se congelarían en vez de ahogarse, los llantos afectarían y nunca serían olvidados por Lightoller que se localizaba arriba de un bote volteado.

El Carpathia lanza sus primeros cohetes a las 3:30 am y son vistos por todos los sobrevivientes que se encontraban en los botes. A las 4:10 am el bote Numero 2 es rescatado. Para las 5:30 am el Californian, después de ser avisado por el Frankfort de la pérdida del Titanic, llega 3 horas tarde al lugar del desastre al mismo tiempo que el bote numero 12 es rescatado por el Carpathia. El ultimo sobreviviente en abordar el Carpathia es Lightoller.

A las 8:50 am el Carpathia deja a cargo a otros barcos la búsqueda de sobrevivientes y parte hacia Nueva York, el Carpathia llevaba consigo solamente 705 sobrevivientes, un estimado de 1,522 personas se han perdido. J. Bruce Ismay manda el siguiente mensaje a la White Star:

“Profundamente lamento el hundimiento del Titanic, esta mañana después de chocar con un iceberg, resultando la perdida de muchas vidas, detalles completos después”.

LA FUERZA Y LA FURIA




ATLANTIDA

La leyenda de la Atlántida parte de Platón hacia el 350 a.C., el cual, en los diálogos Timeo y Critias, cuenta la historia de una civilización floreciente que vivía en una isla "más allá de las columnas de Hércules" (nombre antiguo del Estrecho de Gibraltar).

Él aseguraba basarse en el sabio griego Solón, que 200 años antes decía haber oído en Egipto que una isla había sido destruida "al oeste" como consecuencia de un gran cataclismo que la sumergió en las aguas en tan solo unas horas.
En más o menos 20 páginas describe esta floreciente cultura, sus ciudades y abundancias y como debido a una afrenta a los dioses (eran adoradores de Poseidón) fueron castigados y una serie de cataclismos les sumergieron en las aguas.Hasta aquí podría parecer la típica historia moralista tan habitual en Mitología griega, pero numerosos estudiosos a lo largo de la historia han buscado su significado real pues en gran cantidad de culturas existen mitos similares a los de la Atlátida de Platón, según algunos de ellos existe una especie de memoria histórica o componente real en dicha historia y si bien la mayoría de las hipotesis fueron desestimadas por falta de pruebas o demostrada su invalidez, es cierto que de tratarse de un leyenda fue de gran difusión en una edad.
El suelo de la isla era inmensamente rico, y con el se edificaron templos y palacios de gran hermosura y magnitud, a la altura de sus moradores. También construyeron puertos y dársenas para los barcos que transportaban mercancías procedentes de todo el mundo y construyeron un gran canal que, partiendo desde el centro de la isla, desembocaba en el mar.

Cada una de las provincias en que se dividía la Atlántida estaba gobernada por un rey, y todos ellos seguían la ley de Poseidón, escrita en una columna de oro y cobre erigida en medio de la isla. Los habitantes que en un principio vivían y pensaban de acuerdo a la ley, iniciaron su decadencia tras comenzar a mezclarse con los mortales, por lo que Zeus decidió castigarlos.
Para atenernos al rigor histórico, la heroica hazaña bélica en la que los atlantes fueron derrotados por los atenienses tuvo lugar, según el sacerdote egipcio, hace más o menos unos 9.000 años. Como Solon vivio alrededor del año 640 a.C. podríamos deducir que la Atlántida alcanzo su mayor apogeo aproximadamente en el año 10.000 a.C.

Del origen de esta civilización no se tiene conocimiento alguno; ahora bien, es necesario admitir que los principales datos de la existencia real, o no, de la Atlántida provienen de un relato sobrecargado de leyendas, y que éstas suelen encerrar una veracidad que ha soportado una considerable deformación, pero que cuya búsqueda no resulta del todo irrealizable.
Tampoco debemos olvidar que los mitos griegos (donde aparecen las leyendas atlantes), fueron imaginados y/o creados por la gente que vivía en regiones que mantenían estrechos contactos con la Creta Minoica (una superpotencia económica y política de la antigüedad), de hecho, los cretenses tenían sometidos a los atenienses.tan temprana del hombre que pervivió en diferentes y dispares culturas.
La tectónica de placas no deja lugar a dudas, no hay lugar para la Atlántida, ningún continente o isla de dimensiones como las descritas pudo haberse sumergido o inundado sin dejar pruebas de ello. Por lo cual tenemos que pensar que de ser algo mas que un mito deberíamos buscar la Atlántida entre las tierras ya conocidas, probablemente una isla mediterranea, alguna región europea que fuera mal interpretada en los mapas o traducciones de textos antiguos, otras hipotesis barajan la posibilidad de que se tratara de las Azores e incluso en Suecia.Aún así no deja de ser fascinante como durante siglos se ha buscado un continente idílico y existen tal cantidad de textos a lo largo de la historia aportando pruebas de su existencia.

LAS SIRENAS

Emparentadas con las xanas y encantadas a nivel funcional y simbólico, hasta tal punto que muchas veces es difícil discernir entre unas y otras en el análisis de los relatos orales, las sirenas o serenas pueden ser de agua salada o de agua dulce; es decir, aunque se consideran que son esencialmente seres marinos también se encuentran a veces en los lagos, en los pozos y en los ríos. Sin embargo, su carácter moral suele ser considerado negativo y perverso y se las asocia comúnmente con la seducción de jóvenes marinos a los que atraen con sus cantos a las costas peligrosas para que naufraguen y mueran en ellas.
El más famoso relato literario acerca de las sirenas es el de Homero en el canto XII de La Odisea, que muestra las andanzas de Ulises tras escapar de la isla donde había sido retenido por la maga Circe. Sabedor del peligro de escuchar el canto de las sirenas, Ulises tramó la estrategia de tapar con cera los oídos de sus compañeros, y de hacer que le atasen a él al palo mayor de su nave, lo que le permitió ser el primer hombre que escuchó el canto de las sirenas sin arriesgarse a un seguro naufragio.
Por otra parte, y aunque su imagen más extendida es la de mujer con cola de pez, en las representaciones más antiguas aparecen con cuerpos y extremidades inferiores de ave. Así se muestran en varios testimonios literarios y en numerosos vasos cerámicos, esculturas y representaciones griegas donde aparecen como seres demoníacos, con cuerpo y patas de pájaro y cabeza humana que a veces podía ser de mujer con largos cabellos y otras veces de hombre con barba. Habría que esperar a los inicios de la Edad Media para que - a partir de los siglos VIII y IX - la iconografía de las sirenas comenzase a mostrar colas de pez o de serpiente. Normalmente se las representa bien tañendo diversos instrumentos musicales o bien peinando sus cabellos y portando un espejo con el que vigilan permanentemente su aspecto.
Aunque las sirenas nacieron de la imaginación de poetas griegos antiguos, la tradición que éstas inspiraron se transformó y se desarrolló con el paso del tiempo, particularmente bajo la influencia del folclor nórdico.
La leyenda de las sirenas se popularizó rápidamente; se extendió por toda Europa y llegó incluso a territorios muy alejados, como la India, Rusia y Japón, pasando después a América.
Algunas de las historias las representaban crueles, como la de Ulises, y otras las describían dulces y amorosas, como en el caso de Ondina, que según el relato apareció en la costa de Francia.
Las leyendas irlandesas e inglesas hacen todas referencia a la presencia de sirenas a lo largo de sus costas, mientras que la mitología germánica las ve surgir de la espuma de las olas. La tradición bretona relata que Ahez, hija del rey Grallon, habría sido sumergida en las aguas por haber entregado la ciudad de Ys al diablo y a las olas, y se habría convertido en sirena. Saxo Grammaticus, un cronista de los siglos XII y XIII, describe por su parte el combate del rey danés Hadding, hijo de Gram, contra un monstruo acuático, mitad hombre, mitad pez. Donde se pesca a un hombre-sirena.-
Las representaciones de las sirenas se multiplican durante la Edad Media y se transforman en uno de los temas favoritos de decoración de los manuscritos. Hacia el año 1200, el cronista inglés Ralph de Coggeshall hace el siguiente relato: "Durante el siglo pasado, bajo el reinado del rey Enrique II, unos pescadores de Oxford, capturaron en el Canal de la Mancha a un hombre desnudo, que nadaba con soltura bajo el agua. Encerrado durante varios dias, éste se alimentó principalmente de pescado.
No pronunciaba la más mínima palabra, aún bajo las peores torturas. Vuelto al agua, rasgó la red que lo retenía y consiguió hacerse mar adentro. Después de un tiempo, volvió a la orilla y vivió durante dos meses entre la gente de Oxford antes de volver definitivamente a su elemento natural."
Mientras se encuentra frente a las Antillas, el navegante genovés Cristobal Colón, cree divisar tres de estas criaturas que bailan en el agua. Son feas y mudas (en realidad, manatíes), pero él descubre en su mirada como una "nostalgia de Grecia".
En 1869, en las Bahamas, seis hombres que se dirigen en canoa hacia una bahía divisan una sirena de una deslumbrante belleza, con los cabellos azules flotando sobre sus hombros y las manos hendidas. Esta emite unos gritillos de sorpresa al ver a los marinos y desaparece poco después, sin dejar que se acerquen. Los fabricantes de sirenas.- El sentido comercial de algunos pueblos asiáticos contribuyó igualmente al desarrollo de la leyenda. Incluso se edificaron fortunas con la venta de curiosidades a los europeos: monstruos fabricados con la ayuda de pedazos de animales, simio y pez. Asimismo, en Djibuti, el esqueleto de una auténtica sirena es vendido a unos norteamericanos. Por supuesto, se trata de una falsificación hecha por unos comerciantes ingeniosos. Este mito tiene versiones más o menos iguales en casi todos los países, no sólo europeos sino también a nivel mundial.
También en España, por supuesto. Así, entre otras similares que podemos hallar en la mitología popular de los pueblos costeros españoles, podemos citar por ejemplo a la sirena asturiana, que también es mitad mujer y mitad pez. En esta región se conservan pocos relatos de este tipo de elementales, aunque no faltan en la costa diferentes recuerdos de lo que eran estos seres. Para algunos se trataba de seres terribles provenientes de los pueblos del mar, los había machos y hembras, y con sus cánticos provocaban terribles tempestades y espantaban a los peces; hacia la Edad Media esta especie proliferó en demasía y ello hizo que los pueblos pescadores intentasen acabar con esa auténtica plaga.
Sin embargo, estas historias apenas son recordadas en los lugares donde sucedieron tales crónicas y en la actualidad se sigue recordando a la sirena como una mujer pez, más emada con la Xana de las aguas continentales o con otras muchas ondinas o 'damas de las aguas', presentes en buena parte de la geografía española.

EL MAR SALINO

Cuenta una antigua leyenda vikinga, que el rey Frodi, de Dinamarca, recibió en una ocasión de Hengi-kiaptr el regalo de dos piedras de molino mágicas, llamadas Grotti, que eran tan pesadas que ninguno de sus sirvientes ni sus guerreros más fuertes podían darlas vuelta.
Durante una visita a Suecia vió y compró como esclavas a las dos gigantas Menia y Fenia cuyos poderosos músculos y cuerpos habían llamado su atención. De regreso a casa ordenó a sus dos nuevas sirvientas que molieran oro, paz y prosperidad.
Las mujeres trabajaron alegremente hasta que los cofres del rey rebosaban oro y la paz y la prosperidad abundaban en sus dominios. Pero el rey, en su avaricia, ni siquiera permitía a sus sirvientas descansar, por lo que éstas se vengaron moliendo una guerra, provocando la muerte del rey a manos de los vikingos.
El rey vikingo Mysinger tomó las dos piedras y las sirvientas y las embarcó en su nave, ordenando a las sirvientas que molieran sal, que era un producto muy valorado en aquel tiempo. Pero el rey vikingo se volvió tan avaricioso como el rey Frodi, no dejando descansar a las mujeres, por lo que, como castigo, tal fue la cantidad de sal que molieron que al final su peso hundió el barco. A consecuencia de esta gran cantidad de sal, el mar se volvió salino.

LA BRECHA DE BENIDORM

En medio de la cima del Puig Campana se divisa una extraña brecha. Justo en frente, en medio de la bahía de Benidorm se divisa un islote, el Islote de Benidorm. Nos encontramos ante un lugar con leyenda.
Hace muchos siglos, en este lugar vivía un pacifico gigante cuyo nombre era Roldán. Su vida era triste ya que ya no quedaban por la zona más gigantes que él y los humanos le temían por su fuerza y aspecto, así que huían de él en cuanto lo divisaban.
Un buen día, al ir a buscar agua a una de las fuentes de la Sierra se encontró con una muchacha que recogía agua.
La muchacha lejos de huir, al verle le sonrió y Roldán pudo al fin mantener con una conversación amable y cordial con un humano. Fue tan importante para Roldán este simple hecho, que se enamoro perdidamente de la muchacha y esta también le correspondió con su amor.
Vivieron felices e una cabaña que se hicieron en la Sierra, pero un desgraciado día, cuando Roldán regresaba de cazar, se encontró con un desconocido vestido de negro que le advirtió que debía ir urgentemente al encuentro d su amada ya que estaba gravemente enferma y moriría al ocultarse el sol.
Roldán desesperado, subió de un par de zancadas a la cima del Puig Campana y le dio una patada. Del golpe desprendió de cuajo un pedazo de la cima de el pico y esta voló hasta el mar, así pretendía que el sol entrara todavía por la brecha que acababa de hacer, pero enseguida vio que no era suficiente.
Tomó a la muchacha en brazos y corrió hacia la brecha abierta para que le llegara los últimos rayos del sol. La mujer murió en brazos del gigante cuando el sol inevitablemente se oculto. Roldán entonces, bajo a la playa con su amada en brazos, entró en el mar y depositó el cuerpo de la muchacha en el islote formado por la roca arrancada de la brecha.
Luego, abrazado al islote se dejó morir ahogado . Se cuenta que hasta el día de hoy descansan los dos juntos en ese islote

SIMBAD , EL MARINO

Hace muchos, muchísmos años, en la ciudad de Bagdag vivía un joven llamado Simbad. Era muy pobre y, para ganarse la vida, se veía obligado a transportar pesados fardos, por lo que se le conocía como Simbad el Cargador.

- ¡Pobre de mí! -se lamentaba- ¡qué triste suerte la mía!
Quiso el destino que sus quejas fueran oídas por el dueño de una hermosa casa, el cual ordenó a un criado que hiciera entrar al joven.
A través de maravillosos patios llenos de flores, Simbad el Cargador fue conducido hasta una sala de grandes dimensiones.
En la sala estaba dispuesta una mesa llena de las más exóticas viandas y los más deliciosos vinos. En torno a ella había sentadas varias personas, entre las que destacaba un anciano, que habló de la siguiente manera:
-Me llamo Simbad el Marino. No creas que mi vida ha sido fácil. Para que lo comprendas, te voy a contar mis aventuras...

" Aunque mi padre me dejó al morir una fortuna considerable; fue tanto lo que derroché que, al fin, me vi pobre y miserable. Entonces vendí lo poco que me quedaba y me embarqué con unos mercaderes. Navegamos durante semanas, hasta llegar a una isla. Al bajar a tierra el suelo tembló de repente y salimos todos proyectados: en realidad, la isla era una enorme ballena. Como no pude subir hasta el barco, me dejé arrastrar por las corrientes agarrado a una tabla hasta llegar a una playa plagada de palmeras. Una vez en tierra firme, tomé el primer barco que zarpó de vuelta a Bagdag..."
Llegado a este punto, Simbad el Marino interrumpió su relato. Le dio al muchacho 100 monedas de oro y le rogó que volviera al día siguiente.
Así lo hizo Simbad y el anciano prosiguió con sus andanzas...

" Volví a zarpar. Un día que habíamos desembarcado me quedé dormido y, cuando desperté, el barco se había marchado sin mí.Llegué hasta un profundo valle sembrado de diamantes. Llené un saco con todos los que pude coger, me até un trozo de carne a la espalda y aguardé hasta que un águila me eligió como alimento para llevar a su nido, sacándome así de aquel lugar."

Terminado el relato, Simbad el Marino volvió a darle al joven 100 monedas de oro, con el ruego de que volviera al día siguiente...
"Hubiera podido quedarme en Bagdag disfrutando de la fortuna conseguida, pero me aburría y volví a embarcarme. Todo fue bien hasta que nos sorprendió una gran tormenta y el barco naufragó. Fuimos arrojados a una isla habitada por unos enanos terribles, que nos cogieron prisioneros. Los enanos nos condujeron hasta un gigante que tenía un solo ojo y que comía carne humana. Al llegar la noche, aprovechando la oscuridad, le clavamos una estaca ardiente en su único ojo y escapamos de aquel espantoso lugar.
De vuelta a Bagdag, el aburrimiento volvió a hacer presa en mí. Pero esto te lo contaré mañana..."
Y con estas palabras Simbad el Marino entregó al joven 100 piezas de oro.

"Inicié un nuevo viaje, pero por obra del destino mi barco volvió a naufragar. Esta vez fuimos a dar a una isla llena de antropófagos. Me ofrecieron a la hija del rey, con quien me casé, pero al poco tiempo ésta murió. Había una costumbre en el reino: que el marido debía ser enterrado con la esposa. Por suerte, en el último momento, logré escaparme y regresé a Bagdag cargado de joyas..."
Y así, día tras día, Simbad el Marino fue narrando las fantásticas aventuras de sus viajes, tras lo cual ofrecía siempre 100 monedas de oro a Simbad el Cargador. De este modo el muchacho supo de cómo el afán de aventuras de Simbad el Marino le había llevado muchas veces a enriquecerse, para luego perder de nuevo su fortuna.
El anciano Simbad le contó que, en el último de sus viajes, había sido vendido como esclavo a un traficante de marfil. Su misión consistía en cazar elefantes. Un día, huyendo de un elefante furioso, Simbad se subió a un árbol. El elefante agarró el tronco con su poderosa trompa y sacudió el árbol de tal modo que Simbad fue a caer sobre el lomo del animal. Éste le condujo entonces hasta un cementerio de elefantes; allí había marfil suficiente como para no tener que matar más elefantes.
Simbad así lo comprendió y, presentándose ante su amo, le explicó dónde podría encontrar gran número de colmillos. En agradecimiento, el mercader le concedió la libertad y le hizo muchos y valiosos regalos.
"Regresé a Bagdag y ya no he vuelto a embarcarme -continuó hablando el anciano-. Como verás, han sido muchos los avatares de mi vida. Y si ahora gozo de todos los placeres, también antes he conocido todos los padecimientos."
Cuando terminó de hablar, el anciano le pidió a Simbad el Cargador que aceptara quedarse a vivir con él. El joven Simbad aceptó encantado, y ya nunca más, tuvo que soportar el peso de ningún fardo...

POSEIDON

Se podría decir que Poseidón es conocido como dios del mar. Hijo de Cronos y Rhea, Poseidón es uno de seis hermanos y "dividió la energía del mundo." Sus otros hermanos son Hestia, Demeter, Hera, Hades y Zeus
En la división del universo implantada por Zeus, Poseidón se convirtió en dios del mar, Zeus gobernó el cielo, y Hades consiguió el mundo infernal.
Otros atributos del dios le identifican como dios de los terremotos y dios de caballos. Los símbolos que se asociaron a Poseidón incluyen: delfines, tridentes y lanzas y arpones.
Se le representa armado con el tridente, arma de los pescadores de atún y montado en un carro arrastrado por animales monstruosos, mitad caballos mitad serpientes.
Poseidón era invocado por los marineros para que el viaje por el mar fuera seguro. Y se sacrificaban caballos en su honor.
Dios griego del Mar, de los terremotos y los caballos. Símbolos: el delfín y el tridente

Vivía en el suelo marino en un palacio hecho coral y las gemas. Sin embargo, Poseidón era una divinidad muy cambiante, y su temperamento era violento. Cuando estaba en un buen humor, el mar estaba tranquilo. En contraste, cuando estaba de mal humor, Poseidón hacía temblar la tierra, golpeando con su tridente y se sucedían terremotos causaba la ruina de las naves, y las hundía en lo profundo de los mares.
Escultura de bronce de Poseidon, 450 a.C.hallado en Cabo Sounion,
Poseidón había sido criado por los Telquines (unos genios de Rodas, hijos del Mar y la Tierra) y por Céfira, hija de Océano.


Como dios del mar, también tiene poder sobre las olas, a las que puede sujetar, pero, en sus momentos de furia, al golpear su tridente puede arrojar rocas contra las costas, y en contra, con el mismo tridente puede hacer brotar manantiales.
Entre sus actividades destaca la construcción de la muralla de Troya junto a Apolo y Eaco, pero Laomedonte se negó a pagarles el salario ajustado, enfadado, Poseidón invocó a una serpiente marítima que asoló la Troade, en este episodio se basa su enfado con el pueblo de Troya y su intervención junto a los aqueos en el asedio de la ciudad.
Poseidón era similar a su hermano Zeus en cuestiones de faldas. Tuvo muchos lis amorosos y engendró numerosos hijos.
Pero sólo tenía una esposa oficial una nereida, Amphitrite, con la que tuvo un hijo, Tritón, que era mitad-humano y mitad-pez. También tuvo descendencia con la medusa Gorgona, cuyos hijos fueron Chrysaor y Pegaso, el caballo alado. Teseo nació de la violación de Aethra.

Cuando los griegos decidieron que debían vivir en ciudades, los dioses decidieron, que cada ciudad tendría un dios, y se dedicaron a buscar ciudades que les rindieran culto.
Los problemas empezaban cuando varias divinidades decidían elegir la misma ciudad, hecho que originaba desavenencias entre ellos, y como buenos deportistas, acudían al arbitraje de un tercero.

Poseidón puso sus ojos en Atenas y la diosa de la guerra Palas Athenea, también. Para ganarse a la gente de la ciudad encima, Poseidón lanzó su tridente en la acrópolis y surgió un mar, este mar según Pausanias, era un pozo de agua salada, situado en el témenos del Erecteion.
Sin embargo, Athenea llamó a Cécrope, como arbitro, y plantó un olivo, que todavía se mostraba en el s. II d.C.,en el Pandrosio. Zeus intervino en la disputa y designó a Atenea como ganadora.
El temperamental Poseidón, enfadado, inundó la llanura de Eleusis.

Aunque, debía estar acostumbrado a perder, porque perdió Corinto en favor de Apolo, Egina en favor de Zeus, Naxos lo derrotó Dionisios, Delfos, en favor de Apolo, y Trecén, para Atenea y en Argos lo derrotó Hera, donde se volvió a encolerizar y secó todas las fuentes de la Argólida. Pero Poseidón era el señor de una isla mítica: la Atlántida.

Otro de los asuntos amorosos más notorios implica a Poseidón con su hermana, Demeter. Demeter perseguida por Poseidón para evitarlo se transformo en una yegua.
En su lujuria, Poseidón se transformó en un semental.
Su procreación dio lugar a un caballo, Arion y a una hija, cuyo nombre no se podía pronunciar

HANS CHRISTIAN ANDERSEN

En el fondo del más azul de los océanos había un maravilloso palacio en el cual habitaba el Rey del Mar, un viejo y sabio tritón que tenía una abundante barba blanca. Vivía en esta espléndida mansión de coral multicolor y de conchas preciosas, junto a sus hijas, cinco bellísimas sirenas.
La Sirenita, la más joven, además de ser la más bella poseía una voz maravillosa; cuando cantaba acompañándose con el arpa, los peces acudían de todas partes para escucharla, las conchas se abrían, mostrando sus perlas, y las medusas al oírla dejaban de flotar.
La pequeña sirena casi siempre estaba cantando, y cada vez que lo hacía levantaba la vista buscando la débil luz del sol, que a duras penas se filtraba a través de las aguas profundas.
-¡Oh! ¡Cuánto me gustaría salir a la superficie para ver por fin el cielo que todos dicen que es tan bonito, y escuchar la voz de los hombres y oler el perfume de las flores!
-Todavía eres demasiado joven -respondió la abuela-.
Dentro de unos años, cuando tengas quince, el rey te dará permiso para subir a la superficie, como a tus hermanas.
La Sirenita soñaba con el mundo de los hombres, el cual conocía a través de los relatos de sus hermanas, a quienes interrogaba durante horas para satisfacer su inagotable curiosidad cada vez que volvían de la superficie. En este tiempo, mientras esperaba salir a la superficie para conocer el universo ignorado, se ocupaba de su maravilloso jardín adornado con flores marítimas. Los caballitos de mar le hacían compañía y los delfines se le acercaban para jugar con ella; únicamente las estrellas de mar, quisquillosas, no respondían a su llamada.
Por fin llegó el cumpleaños tan esperado y, durante toda la noche precedente, no consiguió dormir. A la mañana siguiente el padre la llamó y, al acariciarle sus largos y rubios cabellos, vio esculpida en su hombro una hermosísima flor.
-¡Bien, ya puedes salir a respirar el aire y ver el cielo! ¡Pero recuerda que el mundo de arriba no es el nuestro, sólo podemos admirarlo! Somos hijos del mar y no tenemos alma como los hombres. Sé prudente y no te acerques a ellos. ¡Sólo te traerían desgracias!
Apenas su padre terminó de hablar, La Sirenita le di un beso y se dirigió hacia la superficie, deslizándose ligera. Se sentía tan veloz que ni siquiera los peces conseguían alcanzarla. De repente emergió del agua. ¡Qué fascinante! Veía por primera vez el cielo azul y las primeras estrellas centelleantes al anochecer. El sol, que ya se había puesto en el horizonte, había dejado sobre las olas un reflejo dorado que se diluía lentamente. Las gaviotas revoloteaban por encima de La Sirenita y dejaban oír sus alegres graznidos de bienvenida.
-¡Qué hermoso es todo! -exclamó feliz, dando palmadas.
Pero su asombro y admiración aumentaron todavía: una nave se acercaba despacio al escollo donde estaba La Sirenita. Los marinos echaron el ancla, y la nave, así amarrada, se balanceó sobre la superficie del mar en calma. La Sirenita escuchaba sus voces y comentarios. “¡Cómo me gustaría hablar con ellos!", pensó. Pero al decirlo, miró su larga cola cimbreante, que tenía en lugar de piernas, y se sintió acongojada: “¡Jamás seré como ellos!”
A bordo parecía que todos estuviesen poseídos por una extraña animación y, al cabo de poco, la noche se llenó de vítores: “¡Viva nuestro capitán! ¡Vivan sus veinte años!” La pequeña sirena, atónita y extasiada, había descubierto mientras tanto al joven al que iba dirigido todo aquel alborozo. Alto, moreno, de porte real, sonreía feliz.
La Sirenita no podía dejar de mirarlo y una extraña sensación de alegría y sufrimiento al mismo tiempo, que nunca había sentido con anterioridad, le oprimió el corazón.
La fiesta seguía a bordo, pero el mar se encrespaba cada vez más. La Sirenita se dio cuenta en seguida del peligro que corrían aquellos hombres: un viento helado y repentino agitó las olas, el cielo entintado de negro se desgarró con relámpagos amenazantes y una terrible borrasca sorprendió a la nave desprevenida.
-¡Cuidado! ¡El mar...! -en vano la Sirenita gritó y gritó.
Pero sus gritos, silenciados por el rumor del viento, no fueron oídos, y las olas, cada vez más altas, sacudieron con fuerza la nave. Después, bajo los gritos desesperados de los marineros, la arboladura y las velas se abatieron sobre cubierta, y con un siniestro fragor el barco se hundió. La Sirenita, que momentos antes había visto cómo el joven capitán caía al mar, se puso a nadar para socorrerlo. Lo buscó inútilmente durante mucho rato entre las olas gigantescas. Había casi renunciado, cuando de improviso, milagrosamente, lo vio sobre la cresta blanca de una ola cercana y, de golpe, lo tuvo en sus brazos.
El joven estaba inconsciente, mientras la Sirenita, nadando con todas sus fuerzas, lo sostenía para rescatarlo de una muerte segura. Lo sostuvo hasta que la tempestad amainó. Al alba, que despuntaba sobre un mar todavía lívido, la Sirenita se sintió feliz al acercarse a tierra y poder depositar el cuerpo del joven sobre la arena de la playa. Al no poder andar, permaneció mucho tiempo a su lado con la cola lamiendo el agua, frotando las manos del joven y dándole calor con su cuerpo.
Hasta que un murmullo de voces que se aproximaban la obligaron a buscar refugio en el mar.
-¡Corran! ¡Corran! -gritaba una dama de forma atolondrada- ¡Hay un hombre en la playa! ¡Está vivo! ¡Pobrecito...! ¡Ha sido la tormenta...! ¡Llevémoslo al castillo! ¡No! ¡No! Es mejor pedir ayuda...
La primera cosa que vio el joven al recobrar el conocimiento, fue el hermoso semblante de la más joven de las tres damas.
-¡Gracias por haberme salvado! -le susurró a la bella desconocida.
La Sirenita, desde el agua, vio que el hombre al que había salvado se dirigía hacia el castillo, ignorante de que fuese ella, y no la otra, quien lo había salvado.
Pausadamente nadó hacia el mar abierto; sabía que, en aquella playa, detrás suyo, había dejado algo de lo que nunca hubiera querido separarse. ¡Oh! ¡Qué maravillosas habían sido las horas transcurridas durante la tormenta teniendo al joven entre sus brazos!
Cuando llegó a la mansión paterna, la Sirenita empezó su relato, pero de pronto sintió un nudo en la garganta y, echándose a llorar, se refugió en su habitación. Días y más días permaneció encerrada sin querer ver a nadie, rehusando incluso hasta los alimentos. Sabía que su amor por el joven capitán era un amor sin esperanza, porque ella, la Sirenita, nunca podría casarse con un hombre.
Sólo la Hechicera de los Abismos podía socorrerla. Pero, ¿a qué precio? A pesar de todo decidió consultarla.
-¡...por consiguiente, quieres deshacerte de tu cola de pez! Y supongo que querrás dos piernas. ¡De acuerdo! Pero deberás sufrir atrozmente y, cada vez que pongas los pies en el suelo sentirás un terrible dolor.
-¡No me importa -respondió la Sirenita con lágrimas en los ojos- a condición de que pueda volver con él!
¡No he terminado todavía! -dijo la vieja-. ¡Deberás darme tu hermosa voz y te quedarás muda para siempre! Pero recuerda: si el hombre que amas se casa con otra, tu cuerpo desaparecerá en el agua como la espuma de una ola.
-¡Acepto! -dijo por último la Sirenita y, sin dudar un instante, le pidió el frasco que contenía la poción prodigiosa.
Se dirigió a la playa y, en las proximidades de su mansión, emergió a la superficie; se arrastró a duras penas por la orilla y se bebió la pócima de la hechicera.
Inmediatamente, un fuerte dolor le hizo perder el conocimiento y cuando volvió en sí, vio a su lado, como entre brumas, aquel semblante tan querido sonriéndole. El príncipe allí la encontró y, recordando que también él fue un náufrago, cubrió tiernamente con su capa aquel cuerpo que el mar había traído.
-No temas -le dijo de repente-. Estás a salvo. ¿De dónde vienes?
Pero la Sirenita, a la que la bruja dejó muda, no pudo responderle.
-Te llevaré al castillo y te curaré.
Durante los días siguientes, para la Sirenita empezó una nueva vida: llevaba maravillosos vestidos y acompañaba al príncipe en sus paseos. Una noche fue invitada al baile que daba la corte, pero tal y como había predicho la bruja, cada paso, cada movimiento de las piernas le producía atroces dolores como premio de poder vivir junto a su amado. Aunque no pudiese responder con palabras a las atenciones del príncipe, éste le tenía afecto y la colmaba de gentilezas.
Sin embargo, el joven tenía en su corazón a la desconocida dama que había visto cuando fue rescatado después del naufragio.
Desde entonces no la había visto más porque, después de ser salvado, la desconocida dama tuvo que partir de inmediato a su país. Cuando estaba con la Sirenita, el príncipe le profesaba a ésta un sincero afecto, pero no desaparecía la otra de su pensamiento.
Y la pequeña sirena, que se daba cuenta de que no era ella la predilecta del joven, sufría aún más. Por las noches, la Sirenita dejaba a escondidas el castillo para ir a llorar junto a la playa.
Pero el destino le reservaba otra sorpresa. Un día, desde lo alto del torreón del castillo, fue avistada una gran nave que se acercaba al puerto, y el príncipe decidió ir a recibirla acompañado de la Sirenita.
La desconocida que el príncipe llevaba en el corazón bajó del barco y, al verla, el joven corrió feliz a su encuentro. La Sirenita, petrificada, sintió un agudo dolor en el corazón. En aquel momento supo que perdería a su príncipe para siempre. La desconocida dama fue pedida en matrimonio por el príncipe enamorado, y la dama lo aceptó con agrado, puesto que ella también estaba enamorada.
Al cabo de unos días de celebrarse la boda, los esposos fueron invitados a hacer un viaje por mar en la gran nave que estaba amarrada todavía en el puerto. La Sirenita también subió a bordo con ellos, y el viaje dio comienzo.
Al caer la noche, la Sirenita, angustiada por haber perdido para siempre a su amado, subió a cubierta. Recordando la profecía de la hechicera, estaba dispuesta a sacrificar su vida y a desaparecer en el mar.
Procedente del mar, escuchó la llamada de sus hermanas:
-¡Sirenita! ¡Sirenita! ¡Somos nosotras, tus hermanas! ¡Mira! ¿Ves este puñal? Es un puñal mágico que hemos obtenido de la bruja a cambio de nuestros cabellos. ¡Tómalo y, antes de que amanezca, mata al príncipe! Si lo haces, podrás volver a ser una sirenita como antes y olvidarás todas tus penas.
Como en un sueño, la Sirenita, sujetando el puñal, se dirigió hacia el camarote de los esposos. Mas cuando vio el semblante del príncipe durmiendo, le dio un beso furtivo y subió de nuevo a cubierta.
Cuando ya amanecía, arrojó el arma al mar, dirigió una última mirada al mundo que dejaba y se lanzó entre las olas, dispuesta a desaparecer y volverse espuma.
Cuando el sol despuntaba en el horizonte, lanzó un rayo amarillento sobre el mar y, la Sirenita, desde las aguas heladas, se volvió para ver la luz por última vez. Pero de improviso, como por encanto, una fuerza misteriosa la arrancó del agua y la transportó hacia lo más alto del cielo. Las nubes se teñían de rosa y el mar rugía con la primera brisa de la mañana, cuando la pequeña sirena oyó cuchichear en medio de un sonido de campanillas:
-¡Sirenita! ¡Sirenita! ¡Ven con nosotras!
-¿Quiénes son? -murmuró la muchacha, dándose cuenta de que había recobrado la voz-. ¿Dónde están?
-Estás con nosotras en el cielo. Somos las hadas del viento. No tenemos alma como los hombres, pero es nuestro deber ayudar a quienes hayan demostrado buena voluntad hacia ellos.
La Sirenita, conmovida, miró hacia abajo, hacia el mar en el que navegaba el barco del príncipe, y notó que los ojos se le llenaban de lágrimas, mientras las hadas le susurraban:
-¡Fíjate! Las flores de la tierra esperan que nuestras lágrimas se transformen en rocío de la mañana. ¡Ven con nosotras! Volemos hacia los países cálidos, donde el aire mata a los hombres, para llevar ahí un viento fresco. Por donde pasemos llevaremos socorros y consuelos, y cuando hayamos hecho el bien durante trescientos años, recibiremos un alma inmortal y podremos participar de la eterna felicidad de los hombres -le decían.
-¡Tú has hecho con tu corazón los mismos esfuerzos que nosotras, has sufrido y salido victoriosa de tus pruebas y te has elevado hasta el mundo de los espíritus del aire, donde no depende más que de ti conquistar un alma inmortal por tus buenas acciones! -le dijeron.
Y la Sirenita, levantando los brazos al cielo, lloró por primera vez.
Oyéronse de nuevo en el buque los cantos de alegría: vio al Príncipe y a su linda esposa mirar con melancolía la espuma juguetona de las olas. La Sirenita, en estado invisible, abrazó a la esposa del Príncipe, envió una sonrisa al esposo, y en seguida subió con las demás hijas del viento envuelta en una nube color de rosa que se elevó hasta el cielo.

EL VIEJO Y EL MAR

“El viejo y el mar” fue una de las últimas obras de Ernest Hemingway publicadas en vida, después de dar a luz sus novelas más conocidas, como “Tener o no tener”, “Adiós a las armas” o “Por quién doblan las campanas”. Esta madurez con la que fue escrita se nota en la prosa y, por encima de todo, en la trama misma.

Un viejo pescador cubano, Santiago, sale a la mar todos los días, aunque la mala suerte le persigue y no consigue regresar con una buena captura. Una mañana sale a navegar en su pequeña barca y, mientras espera con el cebo en el agua, un pez, aparentemente enorme, pica el anzuelo.

A partir de ahí se entabla una durísima lucha entre el viejo pescador, que apenas puede contener al animal en su minúscula embarcación, y el pez. Tras un enorme esfuerzo, Santiago consigue capturarlo, pero en el regreso a casa los tiburones devoran a la presa del pescador.
La novela es un homenaje a la perseverancia. Aunque la novela ha sido objeto de diferentes críticas es considerada como uno de los trabajos de ficción más destacados del siglo XX reafirmando el valor literario de la obra de Hemingway.
"El viejo y el mar", publicada en 1952, es un homenaje a los pescadores de Cojimar, un pueblo costero cercano a La Habana, y fue un elemento clave para que en 1954 le fuese concedido el Premio Nobel de Literatura al novelista norteamericano.

ENTRA EN EL VIDEO Y DISFRUTA DEL MAR

R.ALBERTI

Subes del mar, entras del mar ahora.Mis labios sueñan ya con tus sabores.Me beberé tus algas, los licoresde tu más escondida, ardiente flora.
Conmigo no podrá la lenta aurora,pues me hallará prendido a tus alcores,resbalando por dulces corredoresa ese abismo sin fin que me devora.
Ya estás del mar aquí, flor sacudida,estrella revolcada, descendidaespuma seminal de mis desvelos.
Vuélcate, estírate, tiéndete, levanta,éntrate toda entera en mi garganta,y para siempre vuélame a tus cielos.

ASI ,SIMPLEMENTE MARINA

Así, simplemente, llevas nombre de sal
Así, simplemente llevas nombre de brisa
En tu alma hay un mar y en tu pelo
se acaricia un cielo y así, simplemente
la tormenta muere en tu sonrisa

Así simplemente, tu mirada castiga
a una noche larga y turbia
Y tus ojos iluminan el calor de un nuevo día,
que asi, simplemente , Marina,
crece claro y crece alentando a un marinero

Así, simplemente, llevas nombre de mar
Así ,simplemente llevas su nombre de sal
Y cuando tu cálida imagen
anuncie el tiempo de salir a la mar
(El marinero suspira dulce a mansamente)
.- ¡Ahí va mi compañera, mi amiga,
mi hermana, mi brisa , mi mar, es mía¡.-
Y así, simplemente , Marina, inundarás a un hombre de brisa,
de sal , de azul, de luna
Y así, simplemente, mi amiga, serás su mar, su luz...
Su guía.
A mi gran amiga-hermana Marina

Y NADO

Cuentan que hace mas de veinte años
un muchacho se inundo en el mar
escapando de su triste infierno
buscaba en el agua libertad

Criticaban las gentes del pueblo
mientras al joven veian nadar
dicen que era un loco pasajero
junto a ella ahora descansara

Y nado....... y nadaba
sobre el mar
Y mato a su amada
por piedad y busco y buscaba
libertad

Cuentan de ella ,la verdad bien poco
que una noche la vieron llegar
empapada en arena de playa
envuelta en conchas ,algas y sal

Con la cara en lirio casi blanca
ojos negros negros como el mar,
y una herida roja y traicionera
llena de odio, pena y soledad

Y nado.......y nadaba
sobre el mar
Y mató
a su amada
por piedad
Y buscaba y busco
libertad

Le miro diciéndole ¡¡mi vida¡¡
tu delito ya es mi libertad
gracias por romperme esta cadena
ven mi cielo, vamos a nadar

Y nado....... y nadaba
sobre el mar
Y mató
a su amada
por piedad
Y busco....
y buscaba
libertad

Y nado.......y nadaba
sobre el mar
Y mato a su amada por piedad
Y murio....sin su amada, y sin amar.

AL MAR DEL NORTE ENLUTADO ( Enero 2003)

A Galicia, Asturias ,Cantabria...Y al Mar...

....¿ Por que te visten de negro ...?
¡¡Ay ,de negro¡¡
si no se te ha muerto nadie
¿Por que te bañan en cieno?
¿ Por que?
¿Acaso has dañado tú a alguien?

...Y a ti te han herido por dentro, sin motivos ni razón,
sin nadie que te proteja y guarde tu corazón
hoy en fuel cubierto: “Crematorio barro negro”,
mezcla de mal y de sombras y en grumos de hiel infecto
que se aferra a tu cintura de vida, sal y brisa,
de arena, mar y espuma.
Matándote desde el fondo, dejándote casi muerto,
desgarrando tus entrañas que escupes a playas y puertos,
¡gritando misericordia¡ rogando a tu dios consuelo,
¡ pidiendo su auxilio al viento¡ y a quien te ésta hiriendo :
.... Respeto.
Hoy tu valor y tu furia son un pozo de amargura
y tu no has tenido la culpa, ni tus corales, ni peces,
ni tus conchas, ni caracolas, ni tus algas antes verdes,
ni los alegres delfines que hacia el puerto a los marinos
guían como estrella a Oriente, alentando su esperanza
de volver los hogares con las espuertas repletas ,
bien alta la cabeza y el gesto sonriente.
¡¡Que tu no has tenido la culpa¡¡
¡¡Que tu marea no es negra ¡¡
Que tus playas son de plata y son tus olas de nácar
y las aves te cortejan y las sirenas te bailan
y aunque a veces te enfurezcas, solo es genio y no venganza.
¡¡ Ay, lastima lo que hicieron¡¡ ¡¡ Ay, pena lo que te han hecho¡¡
Ya no hay canto ni “Cantiña” que te alegre el corazón.
......Rosalía, no despiertes, ¡¡ No¡¡, no te levantes del sueño,
no veas este dolor..:
“Miña terra, miña terra, terra donde me eu crie”
El mar se viste de negro , está perdiendo el color.
Habrán de pasar muchos años para aliviar el dolor
de verte en fueles envuelto, sin nadie que te proteja,
sin nadie que diga: ¡¡No¡¡, No...
Perdona por no cantarte como antes ya te han cantado,
perdona por no mirarte como antes te habían mirado
pero hoy, yo he de llorarte....
¡¡Y cantarte eternamente¡¡
Llorarte en tu mala suerte por cómo te estamos golpeado.
Y eternamente cantarte:
¡¡ Cantarte por ser quien eres: El mar, la mar, la fuente
de alimentos, vida, amor y de virtudes torrente,
océano de bondades,.... arena de sal caliente...¡¡
Perdónanos por herirte ....
Perdona por darte así muerte
Perdónanos por ser, perdónanos por ser:
...Gente

Con cariño a Mari Cruz de la Fuente
....Y a esa tierra que tanto ama